Los artistas, en este caso alumnos de Bellas Artes del Alfar, enviaron sus diseños y pintaron los refugios de colectivos con la esperanza que los vándalos argentinos refrenaran su furia y estupidez frente a la belleza, pero el cuento del escorpión y la rana es una ley universal. Sólo uno se salvó por ahora.
1 comentario:
sone ncantadores, me gustan. ce
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